domingo, 19 de mayo de 2013

Diógenes el cínico


Diógenes el cínico o Diógenes de Sinope es uno de mis filósofos favoritos.


A menudo es llamado el Sócrates loco, aunque yo prefiero compararlos diciendo que Sócrates era de derechas y Diógenes de izquierda.

Dicen muchos textos, incluida la Wikipedia a día de hoy que era discípulo de Antístenes, pero lo pongo en duda. Es posible que ni siquiera llegarán a conocerse. La idea parece deberse a la costumbre de colocar a los filósofos griegos en escuelas y hacer listas de maestros/discípulos no sé si parecidas a los reyes todos. Ciertamente Antístenes es un antecedente de muchas posturas de Diógenes. O si queremos decirlo de otra forma, muchas ideas de Diógenes recuerdan a las de Antístenes. Dejo para otro momento la discusión sobre quien fue el primer cínico.  Un artículo interesante sobre ello es le de M.O. Goulet-Cazé ¿Quién fue el primer Perro? Qué se encuentra como apéndice en la obra Los Cínicos, editada por Seix Barral.

Lo cierto es que si no el primero, el más importante filósofo cínico fue Diógenes.  No se conservan obras suyas, aunque varias referencias dejan pocas dudas de que escribió algunas.  Es llamativo de que conservemos todo o casi todo lo escrito por Platón y nada de Diógenes.  Para muchos ilustran lo diferente de su importancia en la antigüedad. Para mi esa importancia, que admito, es fruto o equivale a vulgaridad. Toda la obra de Platón no son sino notas a pie de página sobre la realidad de la que nos intenta confundir. Seguro que los escritos de Diógenes eran mucho más frescos.

En vez de sus escritos o de un verdadero estudio de sus contemporáneos, lo que nos queda de Diógenes son colecciones de 'anécdotas' principalmente las recogidas por Diógenes Laercio (no confundirlos, que son distantes en el tiempo y en mucho más).  Pero eso lejos de ser un serio inconveniente es una oportunidad para estudiar a nuestro filósofo. El motivo de ello es que en la filosofía de Diógenes cuenta más el comportamiento que el discurso.  Pocos filósofos han sido tan consecuente con sus ideas como él.

Diógenes nació en Sinope entorno al 412 a.n.e.  Murió en Corinto en 323 a.n.e.  Era hijo de un banquero llamado Hicesias.  Ambos fueron desterrados de Sinope por falsificar monedas. En distintos momentos de su vida presumiría de ser falsificador de monedas, en un sentido más filosófico que real.  Su pensamiento pondera la virtud y la naturaleza contra lo artificial y lo superfluo. Iba descalzo todo el año, vestido solo con una capa y dormía en los portales o en un barril que utilizaba de habitación.


Las anécdotas de Diógenes

Voy a contar algunas de las anécdotas que ilustran su vida.

En una charla con Zenón de Elea que negaba el movimiento se levantó y se puso a andar.

Una de las anécdotas más conociedas dice que viendo un niño que bebía gua con las manos se dijo 'aún tengo cosas superfluas' y tiró su escudilla, que era una de las pocas cosas que poseía. La historia se ha recogido en más de una pintura, destacando un cuadro de Poussin actualmente en el museo de El Louvre.

Se dice que en cierta ocasión Alejandro Magno, el monarca más poderoso de su tiempo, le preguntó si deseaba alguna cosa y él le respondió que 'sí, que se apartara para no taparle el sol'. Otro comentario afirma que Alejandro dijo una vez que de no haber sido él mismo le hubiera gustado ser Diógenes.


Una vez estaba masturbándose en el ágora (los cínicos decían que no debían ocultarse las cosas del sexo) y dijo: «ojalá fuera tan fácil calmar el hambre: con un masaje en la barriga»


En una ocasión vio como los sacerdotes del templo conducían a uno que había robado una de las vasijas del templo, comentó: ''Los grandes ladrones grandes llevan preso al pequeño''

Decía que el valor de las cosas era contrario a su utilidad.  Las cosas necesarias valían poco y las inútiles mucho.  Así un cuenco de arroz no vale casi nada y una estatua llega a alcanzar los tres mil dracmas


Lo vieron pidiendo limosna a una estatua y cuando le preguntaron que porque hacía algo tan absurdo contestó que estaba acostumbrándose a fracasar

También se cuenta que Diógenes iba en pleno día con una linterna en la mano y cuando le preguntaron que qué hacía respondió: «busco un hombre». Frase que ha pasado a la historia.


Bibliografía

Como recomendación de lecturas sobre Diógenes y los filósofos cínicos doy las siguientes:
  • La lectura básica al respecto es: Diógenes Laercio: Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres, VI, 20 - 81 (Diógenes). Hay distintas ediciones, he manejado la de José Ortiz  y Sanz y José M. Riaño en la Editorial Porrúa, tercera edición México 1998.  
  • Tienes una edición en línea del texto anterior en el siguiente enlace:        http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/12140528718935940987213/ima0327.htm
  • Carlos García Gual La secta del perro, Alianza editorial. Libro breve y ameno que recomiendo como primera lectura
  • R. Bracht Branham y M.-O. Goulet-Cazé (editores). Los cínicos. El movimiento cínico en la antigüedad y su legado. Seix Barral, primera edición, abril de 2000.  Extenso libro que no se centra en la figura de Diógenes pero que está presente en gran parte del contenido